Gukgeuk

Por el profesor Jeffrey D. Sachs*

Publicado el 28 de febrero de 2023 en Other News.

No estamos en el primer aniversario de la guerra, como afirman los gobiernos occidentales y los medios de comunicación. Este es el noveno aniversario de la guerra.  Y eso marca una gran diferencia. 

La guerra comenzó con el derrocamiento violento del presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, en febrero de 2014, un golpe respaldado abierta y encubiertamente por el gobierno de los Estados Unidos. A partir de 2008, Estados Unidos impulsó la ampliación de la OTAN a Ucrania y Georgia.  El golpe de estado de Yanukovich en 2014 estuvo al servicio de la expansión de la OTAN.

Debemos poner este impulso implacable hacia la expansión de la OTAN en contexto.  Estados Unidos y Alemania prometieron explícita y repetidamente al presidente soviético Mikhail Gorbachev que la OTAN no ampliaría “ una pulgada hacia el este ” después de que Gorbachov disolviera la alianza militar soviética conocida como el Pacto de Varsovia.  Toda la ampliación de la OTAN fue una violación de los acuerdos alcanzados con la Unión Soviética y, por lo tanto, con su estado de continuación, Rusia. 

Los neoconservadores han impulsado la ampliación de la OTAN porque buscan rodear a Rusia en la región del Mar Negro, algo similar a los objetivos de Gran Bretaña y Francia en la Guerra de Crimea ( 1853-56 ).  El estratega estadounidense Zbigniew Brzezinski describió a Ucrania como el pivote geográfico de Eurasia.  “Si Estados Unidos pudiera rodear a Rusia en la región del Mar Negro e incorporar a Ucrania en la alianza militar estadounidense, la capacidad de Rusia para proyectar poder en el Mediterráneo Oriental, el Medio Oriente, y globalmente desaparecería‘. Esa es la teoría. 

Por supuesto, Rusia vio esto no solo como una amenaza general, sino como una amenaza específica de colocar armamentos avanzados en la frontera de Rusia.  Esto fue especialmente siniestro después de que Estados Unidos abandonase unilateralmente el Tratado de Misiles Anti-Balísticos en 2002, que según Rusia representaba una amenaza directa para la seguridad nacional rusa.  

Durante su presidencia ( 2010-2014 ), Yanukovich buscó la neutralidad militar, precisamente para evitar una guerra civil o una guerra de poder en Ucrania. Esta fue una elección muy sabia y prudente para Ucrania, pero se interpuso en el camino de la obsesión neoconservadora de Estados Unidos con la ampliación de la OTAN. Cuando estallaron protestas contra Yanukovich a finales de 2013 tras la demora en la firma de una hoja de ruta de adhesión con la UE, Estados Unidos aprovechó la oportunidad para intensificar las protestas en un golpe de estado, que culminó con el derrocamiento de Yanukovich en febrero de 2014. 

Estados Unidos se entrometió implacablemente y encubiertamente en las protestas, instándolos a seguir adelante incluso cuando los paramilitares nacionalistas ucranianos de derecha entraron en escena.  Las ONG estadounidenses gastaron grandes sumas para financiar las protestas y el eventual derrocamiento.  Este financiamiento de las ONGs nunca ha salido a la luz. 

Tres personas íntimamente involucradas en el esfuerzo de Estados Unidos para derrocar a Yanukovich fueron Victoria Nuland, entonces subsecretaria de Estado, ahora subsecretaria de Estado; Jack Sullivan, luego el asesor de seguridad del vicepresidente Joe Biden, y ahora el asesor de seguridad nacional de los Estados Unidos del presidente Biden; y el vicepresidente Biden, ahora presidente.  Nuland se hizo famosa cuando hablando por teléfono con el embajador de los Estados Unidos en Ucrania, Geoffrey Pyatt, planeaba el próximo gobierno en Ucrania, y sin permitir ninguna segunda reflexión de los europeos exclamó: “A la mierda con la UE”, según la cruda frase de Nuland grabada.

La conversación interceptada revela la profundidad de la planificación de Biden-Nuland-Sullivan.  Nuland dice: “Entonces, en esa pieza, Geoff, cuando escribí la nota, Sullivan volvió a mí VFR [directo a mí ], diciendo que Biden pregunta que necesitaba, le dije que seguramente necesitaremos un “atta-boy” ( un chico obediente) para que se mantengan los objetivos. Biden estaba dispuesto. ”

El director de cine estadounidense Oliver Stone nos ayuda a comprender la participación de Estados Unidos en el golpe en su película documental de 2016, Ukraine on Fire.  Insto a todas las personas a que lo vean y aprendan cómo es una operación de cambio de régimen en los Estados Unidos.  También insto a todas las personas a leer los poderosos estudios académicos del Prof. Ivan Katchanovski de la Universidad de Ottawa, quien ha revisado laboriosamente toda la evidencia del Maidan y descubrió que la mayor parte de la violencia y los asesinatos no se originaron en los miembros de seguridad de Yanukovich, como se alega, sino en los propios líderes golpistas, quien disparó contra la multitud, matando tanto policías como manifestantes. 

Estas verdades permanecen oscurecidas por el secreto estadounidense y la obsequiosidad europea al poder estadounidense.  Un golpe orquestado por Estados Unidos ocurre en el corazón de Europa, y ningún líder europeo se atreve a decir la verdad.  Han seguido consecuencias brutales, pero aún ningún líder europeo cuenta honestamente los hechos.

El golpe fue el comienzo de la guerra hace nueve años. Un gobierno extraconstitucional, de derecha, anti-ruso y ultranacionalista llegó al poder en Kiev. Después del golpe, Rusia retomó rápidamente Crimea luego de un referéndum rápido, y estalló la guerra en el Donbass cuando los oficiales rusos del ejército ucraniano cambiaron de bando para oponerse al gobierno posterior al golpe en Kiev. 

La OTAN casi de inmediato comenzó a invertir miles de millones de dólares en armamento en Ucrania.  Y la guerra se intensificó. Los acuerdos de paz de Minsk-1 y Minsk-2, en los que Francia y Alemania debían ser co-garantes, no funcionaron, primero, porque el gobierno nacionalista ucraniano en Kiev se negó a implementarlos, y segundo, porque Alemania y Francia no presionaron para su implementación, como admitió recientemente la ex canciller Angela Merkel.  

A finales de 2021, el presidente Putin dejó muy claro que las tres líneas rojas para Rusia eran:

• 1. La ampliación de la OTAN a Ucrania es inaceptable.
• 2 Rusia mantendría el control de Crimea.
• 3 La guerra en el Donbass necesitaba ser resuelta mediante la implementación de Minsk-2.

La Casa Blanca de Biden se negó a negociar sobre el tema de la ampliación de la OTAN.

La invasión rusa tuvo lugar trágica e indebidamente en febrero de 2022, ocho años después del golpe de Yanukovich. Estados Unidos ha invertido decenas de miles de millones de dólares en armamentos y apoyo presupuestario desde entonces, duplicando el intento de Estados Unidos de expandir su alianza militar en Ucrania y Georgia.  Las muertes y la destrucción en este campo de batalla en aumento son horribles.

En marzo de 2022, Ucrania dijo que negociaría sobre la base de la neutralidad.  La guerra de hecho parecía que llegaba a su fin.  Hicieron declaraciones positivas tanto funcionarios ucranianos como rusos, así como los mediadores turcos.  Ahora sabemos por el ex primer ministro israelí, Naftali Bennett, que Estados Unidos bloqueó esas negociaciones, en lugar de favorecer una escalada de guerra para “ debilitar a Rusia. ” 

En septiembre de 2022, las tuberías de Nord Stream explotaron. La evidencia abrumadora en esta fecha es que Estados Unidos lideró la destrucción de las tuberías de Nord Stream.  La cuenta de Seymour Hersh es altamente creíble y no ha sido refutada en un solo punto importante (aunque el gobierno de los Estados Unidos la ha negado acaloradamente).  Señala que el equipo de Biden-Nuland-Sullivan lidera la destrucción de Nord Stream. 

Estamos en un camino de escalada extrema y mentiras o silencio en gran parte de los principales medios de comunicación estadounidenses y europeos. Toda la narrativa de que este es el primer aniversario de la guerra es una falsedad que oculta las razones de esta guerra y la forma de ponerle fin.  Esta es una guerra que comenzó debido al imprudente impulso neoconservador de Estados Unidos para la ampliación de la OTAN, seguido de la participación neoconservadora de Estados Unidos en la operación de cambio de régimen de 2014.  Desde entonces, ha habido una escalada masiva de armamentos, muerte y destrucción.

Ambas partes han mentido, engañado y cometido violencia. Ambas partes deben retroceder.

Esta es una guerra que debe detenerse antes de que nos envuelva a todos en el Armagedón nuclear. Elogio al movimiento de paz por sus valientes esfuerzos, especialmente frente a las descaradas mentiras y propaganda del gobierno de los Estados Unidos y el silencio de los gobiernos europeos, que actúan como totalmente subordinados a los neoconservadores estadounidenses.

Debemos decir la verdad. Ambas partes han mentido, engañado y cometido violencia. Ambas partes deben retroceder. La OTAN debe detener el intento de ampliar a Ucrania y Georgia. Rusia debe retirarse de Ucrania.  Debemos escuchar las líneas rojas de ambos lados para que el mundo sobreviva.

*Profesor de la Universidad de Columbia, es Director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia y Presidente de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de la ONU. Se ha desempeñado como asesor de tres Secretarios Generales de la ONU, y actualmente se desempeña como Abogado de los ODS bajo el Secretario General António Guterres.