LIBERA STATE

Ser acusado de una falta de decoro en una ocasión puede considerarse una desgracia, pero ser acusado cuatro veces parece un descuido. (Con permiso de Oscar Wilde)

George Georgiou en Other News

27 de Junio de 2024

Si hay una persona que, más que nadie, simboliza la ineptitud de la Comisión Europea, esa es seguramente la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen (en adelante, VDL).

Las primeras dudas sobre la falta de integridad de VDL surgieron en 2015, cuando se la acusó de plagiar su tesis doctoral. Finalmente fue absuelta de las acusaciones, pero, como informó la BBC el 9 de marzo de 2016, el presidente de la Facultad de Medicina de Hannover, Christopher Baum, admitió que “la tesis de la Sra. von der Leyen contenía material plagiado”, pero añadió que “no había habido intención de engañar”. Su primera escapada afortunada.

La falta de integridad de VDL continuó mientras se desempeñó como Ministra de Defensa de Alemania entre 2013 y 2019. Durante su mandato en el ministerio, se vio envuelta en un escándalo relacionado con pagos de 250 millones de euros a consultores relacionados con contratos de armas. La Oficina Federal de Auditoría de Alemania concluyó que, de los 250 millones de euros declarados para honorarios de consultoría, sólo se habían gastado 5,1 millones de euros. Además, uno de los consultores era McKinsey & Company, de la que el hijo de VDL era asociado, lo que planteaba un posible conflicto de intereses. También se supo que en dos teléfonos móviles de VDL se habían eliminado mensajes relacionados con los contratos. Aunque finalmente fue absuelta de acusaciones de corrupción, hasta el día de hoy persisten dudas sobre su probidad durante ese período.

Durante su mandato en el ministerio (de defensa de la RFA), se vio envuelta en un escándalo relacionado con pagos de 250 millones de euros a consultores relacionados con contratos de armas.

Tras sobrevivir a dos escándalos, VDL no podía creer su suerte cuando en julio de 2019 Macron, junto con Merkel, pasó por encima del proceso Spitzenkadidaten y la nominó como sucesora de Jean-Claude Junker al frente de la Comisión Europea. El proceso Spitzenkadidaten, a través del cual surge el candidato principal y luego es ratificado por el Parlamento Europeo, es en sí mismo un tanto arcano. En el caso de VDL, tuvo la suerte de que la UE no pudo ponerse de acuerdo sobre ninguno de los dos candidatos principales en ese momento, Martin Weber y Frans Timmermans. Por lo tanto, quedó en manos del consumado reparador, Macron, y de la mentora de VDL, Merkel, llegar a un acuerdo utilizando esa gran herramienta democrática y transparente llamada “acuerdo secreto”. La nominación de VDL fue aceptada por el Consejo Europeo y el 16 de julio el Parlamento Europeo votó a favor de aceptar su nombramiento. Pero fue una votación reñida. De un total de 747 eurodiputados, sólo 383 votaron a favor, 327 votaron en contra, 22 se abstuvieron y un voto fue nulo. Según las normas de la UE, el presidente de la Comisión debe ser elegido con más del 50% de los votos del eurodiputado. Por tanto, recibió sólo 9 votos más que el umbral. Compárese esto con su predecesor, Juncker, que en 2014 recibió 422 votos.

…la acusación más perjudicial, (el contrato de las vacunas COVID) se negoció directamente entre Ursula von der Layen y Albert Bourla, el director general de Pfizer. Las negociaciones se llevaron a cabo mediante mensajes de texto, que VDL afirmó más tarde haber eliminado.

Tras ser nombrada presidenta de la Comisión Europea, VDL volvió a verse envuelta en una polémica, esta vez relacionada con la adquisición de la vacuna contra la Covid-19 de Pfizer. El escándalo, que los medios de comunicación bautizaron como Pfizergate, estaba relacionado con la compra de 1.800 millones de dosis de la vacuna Pfizer para su uso en toda la UE. Se supo que: a) el número de dosis era mucho mayor que el necesario, por lo que una cantidad significativa tuvo que ser destruida o donada; b) las dosis sobrantes le costaron a la UE 4.000 millones de euros; c) el valor total del contrato, que según Politico ascendía a unos 20.000 millones de euros, estaba inflado; y d) la acusación más perjudicial, el contrato de las vacunas se negoció directamente entre VDL y Albert Bourla, el director general de Pfizer. Las negociaciones se llevaron a cabo mediante mensajes de texto, que VDL afirmó más tarde haber eliminado.

El New York Times, que inicialmente llevó a cabo la investigación sobre el Pfizergate, presentó una demanda contra la Comisión Europea por no haber proporcionado acceso a las conversaciones por SMS entre VDL y Bourla. En Bélgica, un lobista, Frederic Baldan, presentó una denuncia penal por corrupción y destrucción de documentos. La demanda belga finalmente pasó a manos de la Fiscalía Europea, que abrió una investigación penal. El resultado de estos procedimientos/investigaciones judiciales aún está pendiente.

Se podría pensar que la imprudente VDL habría aprendido una lección de todas estas transgresiones, pero parece que nada se interpondrá en el camino de Ursula y de un buen escándalo. Lo que nos lleva a su última falta, el favoritismo. En enero de este año, VDL había nombrado a su compañero político de la CDU, Martin Pieper, para un puesto recién creado y lucrativo de enviado especial para las PYME. El nombramiento fue informado por La Matinale Europeenne en febrero, pero no fue hasta abril cuando la polémica en torno al nombramiento recibió una amplia cobertura en los medios de habla inglesa.

El nombramiento fue controvertido por dos razones: 1) el proceso de contratación fue defectuoso y 2) se consideró que la elección de Pieper tenía motivaciones políticas. En la primera cuestión, un funcionario anónimo de la UE reveló que había otros dos candidatos, uno de Suecia y otro de la República Checa, que habían obtenido mejores resultados que Pieper en el proceso de contratación.

En cuanto a la segunda cuestión, existían fuertes sospechas de que Pieper había sido elegida por VDL para ganarse el favor de la CDU y así conseguir su apoyo para su reelección como jefa de la Comisión Europea. El nombramiento provocó una fuerte respuesta tanto de otros miembros de la Comisión como de los eurodiputados. Cuatro altos comisarios, entre ellos Joseph Borrell y el Comisario de Mercado Interior, Thiery Breton, escribieron a VDL el 27 de marzo expresando su preocupación por la falta de transparencia e imparcialidad del nombramiento. El 11 de abril, los eurodiputados votaron por 382 votos contra 144 a favor de rescindir el nombramiento de Pieper. Aunque la votación no fue vinculante para la Comisión, la posición de Pieper se volvió insostenible y el 16 de abril dimitió. En palabras de Daniel Freund, eurodiputado alemán/Verdes, en Euronews, fue “triste y vergonzoso”. Y añadió: “No sé cómo podemos explicárselo a los votantes”.

Los ciudadanos de la UE necesitan ver que las instituciones de la UE son mucho más transparentes, responsables y democráticas.

En el momento de escribir estas líneas, Euronews ha informado de que se ha cerrado un acuerdo para su reelección. No está claro cuándo votará el Parlamento Europeo por ella, pero es probable que sea a finales de esta semana. La fecha exacta es una cuestión trivial. Lo que no es trivial es que la reelección de VDL por otros cinco años, a pesar de todas las incorrecciones mencionadas anteriormente, confirmaría lo que muchos han estado defendiendo durante algún tiempo: que la UE necesita una reforma radical. Los ciudadanos de la UE necesitan ver que las instituciones de la UE son mucho más transparentes, responsables y democráticas.

George Georgiou es economista. Durante muchos años trabajó en el Banco Central de Chipre en varios puestos de alto nivel, incluido el de Jefe de la Oficina del Gobernador durante la crisis financiera.