Gukgeuk

De lo local a lo global. Etorkizunik badago, sozial-berdea izango da.


ECOLOGISMO y JARDINERIA.

Euskeraz hemen.

Decía Chico Mendes que “Ecologia sem luta de classes é jardinagem”. Sabía de lo que hablaba, él mismo era un seringueiro, (recolector de caucho), también un sindicalista que luchó por los derechos de los trabajadores y por la preservación de la riqueza forestal que les aportaba el sustento a ellos y sus familias. Enfrentado a las compañías madereras y a los rancheros que primero deforestaban la selva para luego convertirla en extensos pastizales para el ganado, acabó dando su vida por la causa que defendió durante toda su corta existencia: el ecosocialismo. Nadie antes que él había sido tan consciente de que la lucha social y la conservación del medio eran dos caras de la misma moneda. La moneda que simbolizaba a la vez un salario y una vida dignos.

35 años después de su asesinato todo su legado sigue en el aire, tanto su figura como su mensaje han sido globalmente reconocidos e ignorados a partes iguales. Incluso durante los últimos años Brasil ha bordeado peligrosamente el abismo del totalitarismo siguiendo la ola neoconservadora que desde la Norteamérica más oscura pretende extenderse globalmente a sangre y fuego. Literalmente.

No es eso lo peor. En todo occidente y particularmente desde las filas denominadas conservacionistas ha surgido una estirpe de jardineros poco preocupados de otra cosa que no sea el paisaje. Activistas de causa única (su causa). Nimbystas orgullosos de serlo, han adoptado como religión la defensa de su patio trasero sin mirar mas allá de la valla donde otros, seguramente extraños a su entorno social, apenas sí pueden soñar con mundos como el suyo. Y preocupadísimos porque el césped de ese patio trasero siga verde.

Imagen de Tuca Vieira

Olvidan que el género humano también es parte del entorno natural, una parte de ese mismo verde, y por tanto no es ni puede ser ajeno, ni aún menos enemigo del mismo. Urge un cambio de perspectiva en la relación del hombre con el medio ambiente, en la que el ser humano, pueda acceder a una existencia digna, libre y segura y, siendo parte de ese todo, pueda vivir en armonía con su entorno. Pero antes debe cumplirse la primera premisa, lo contrario es perpetuar la situación actual. Eso sí, con jardines bien cuidados.

LA FALSEDAD DEL DECRECENTISMO.

Los decrecentistas, envueltos en su eterno sofisma “+PIB = +desarrollo = +emisiones, ergo dejemos de crecer” que, además de falso, (en 2019, poco antes de la pandemia, las emisiones globales descendieron un 5.7% y en cambio el PIB creció un 3%), omiten el dato de que un descenso en cada escalón del estado del bienestar supone para una gran mayoría una amenaza para una vida digna, mientras que a unos pocos les basta con renunciar a una pequeña parte de lo que les sobra.

Aceptando que el PIB debería desaparecer de esa venenosa ecuación, (no es lo mismo PIB que desarrollo) y que un planeta finito no permite un crecimiento ad infinitum, hay que tener mucho cuidado con mensajes como el que están dando. La industrialización ha supuesto para la humanidad más esperanza de vida, la casi erradicación de la mortalidad infantil, el acceso a la cultura y la salud… todo eso en los países altamente industrializados. A los ciudadanos de los demás países (los que viven fuera de los jardines de Borrell) no podemos ponerles en la disyuntiva de tener que elegir entre “decrecimiento o conflicto“, porque aquí y ahora se quedarían con lo segundo.

EL COLAPSO COMO ALTERNATIVA

El colapsismo era hasta hace muy poco una evolución pintoresca del posadismo (*) troskista de los años sesenta. Poco más que una curiosidad entre la pléyade de grupúsculos autoadoctrinados y profetas de la nada que pululan en el espacio verde.

(*) Según los posadistas, más tarde o más temprano no será posible evitar una guerra nuclear. El capitalismo la desencadenará cuando vislumbre su inevitable fin. Por eso es mejor adelantarse a ellos y provocarla. Eso dará a la humanidad la oportunidad de renacer desde los escombros del holocausto nuclear hacia una nueva sociedad más libre y la implantación del socialismo en todo el mundo.

Unos, como los verdes alemanes, han evolucionado desde posturas puramente antinucleres cuando no eran más que un movimiento rebelde con poca influencia real, hacia posiciones postposadistas en cuanto han tocado el poder. Han pasado del hippismo floral al yuppismo belicista sin haber hecho nunca una propuesta seria para el pueblo alemán ni para la humanidad en su conjunto.

EL NEGACIONISMO DE LA TRANSICION ENERGETICA.

Otros, lejos aún del poder, buscan su lugar en los medios focalizando su discurso en la oposición a la transición energética. Sin decirlo, exigen el paso inmediato al paraíso sostenible sin etapas ni transiciones. Esos argumentos los usan los grupos anti-todo para rechazar cualquier desarrollo de renovables en el territorio. Consciente o inconscientemente, con el mismo discurso que pro-nucleares o pro-fósiles, usan sus mismos argumentos de carestía de recursos minerales o de incapacidad de las energías renovables, para sembrar dudas sobre la viabilidad de las mismas y mientras tanto seguir manteniendo la situación actual. El gran triunfo de estos grupos críticos con las renovables es su mimetización con el ecologismo. En realidad son una variada mezcla que va desde los grupúsculos meramente ruralistas, hasta otros puramente ideológicos, pasando por los habituales intereses económicos, el miedo al cambio y… sí, también esos jardineros alérgicos a la visión de generadores o placas solares desde sus terrazas.

Todos ellos olvidan que el futuro sigue abierto, y que nadie tiene (ellos tampoco) la capacidad de adivinar como van a evolucionar sistemas tan complejos como el medio ambiente y las sociedades humanas. En el fondo renuncian a cambiar las cosas y, como perros de hortelano, tampoco admiten que otros lo hagan.

Pues bien, un mensaje para todos ellos: Estén tranquilos. No es el planeta el que está en riesgo, El género humano no es ajeno a la Naturaleza, también es parte de ella, mucho menos importante de lo que algunos creen y nunca será capaz de poner en serio riesgo la supervivencia del medio natural y menos el planeta. Al menor signo de que esto vaya a suceder la Madre Tierra se deshará del peligro, nos erradicará de su seno y seguirá su camino tranquilamente sin nosotros hasta el fin de sus tiempos, tiene sobrados medios para hacerlo. Así que vamos a preocuparnos por nosotros mismos y (bajo su vigilante mirada) empecemos a cambiar las cosas. Dejemos de lloriquear y centrémonos en lo que está en nuestras manos.

“…la humanidad, nunca pondrá en peligro el medio natural y menos el planeta. Al menor signo de que esto vaya a suceder la Naturaleza se deshará de nosotros, nos erradicará de su seno y seguirá su camino tranquilamente...

@gukgeuk 230329



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niri buruz

Katalana jaiotzez, orbatarra hazkundez, goierritarra adopzioz. Beti iruinsheme. Denetaz harro. Ezertaz ere ez naiz damutzen. Batzuetan kontraesankorra. Inkontsekuentea inoiz ez.

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